Seguros de esquí
Los seguros de esquí son pólizas específicas para proteger a los practicantes de deportes de invierno (esquí, snowboard, etc.) frente a los riesgos propios de estas actividades, como accidentes, lesiones o problemas durante las vacaciones en estaciones de montaña.
¿Qué cubre un seguro de esquí?
Las coberturas varían, pero las más comunes incluyen:
Asistencia médica y sanitaria
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Gastos médicos, hospitalarios, quirúrgicos y de rehabilitación derivados de accidentes en pistas o fuera de ellas.
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Evacuación y traslado sanitario en caso de accidente.
Fallecimiento o invalidez por accidente
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Indemnización en caso de muerte o incapacidad permanente a causa de un accidente practicando esquí o snowboard.
Responsabilidad civil
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Daños personales o materiales causados a terceros mientras se practica el deporte.
Pérdida o robo de material
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Cobertura por robo, daño o pérdida del equipo de esquí (esquís, tablas, botas, ropa técnica).
Cancelación o interrupción de viaje
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Reembolso de gastos por cancelación o interrupción del viaje por causas justificadas (enfermedad, accidente, causas familiares).
Equipaje
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Robo o pérdida del equipaje durante el viaje.
Cobertura por rescate en montaña
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Costes derivados de la intervención de los servicios de rescate en pistas o montaña.
¿Para quién es recomendable?
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Esquiadores ocasionales o habituales.
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Familias que viajan a estaciones de esquí.
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Personas que practican deportes de nieve en general.
¿Cuánto cuesta?
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Varía según duración del viaje, nivel de cobertura y edad.
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Seguro temporal para unas vacaciones puede costar desde 10 a 30 € por semana.
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Seguros anuales para esquiadores frecuentes suelen costar entre 50 y 150 €.
Ventajas
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Tranquilidad y cobertura específica para los riesgos de esquiar.
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Cobertura rápida y sencilla en caso de accidente.
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Evita costes elevados de asistencia sanitaria o rescate en montaña.
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Incluye protección para el material deportivo.
Consideraciones
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Verifica que cubra tanto accidentes en pistas como fuera de pistas (fuera de área delimitada puede no estar incluido).
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Algunas pólizas excluyen prácticas profesionales o competiciones.
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Atención a exclusiones por alcohol, drogas o actividades de riesgo extremo.