Seguros de protección de pagos
Los seguros de protección de pagos (también llamados seguros de protección de créditos o seguros de protección financiera) están diseñados para ayudar a particulares o empresas a cubrir el pago de sus obligaciones económicas (como préstamos, hipotecas, alquileres o cuotas) en caso de que sufran imprevistos que afecten su capacidad de pago.
¿Qué cubre un seguro de protección de pagos?
Las coberturas principales suelen ser:
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Incapacidad temporal o enfermedad
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Cubre el pago de cuotas mientras el asegurado está de baja médica o incapacitado temporalmente.
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Desempleo involuntario
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En caso de pérdida de empleo por causas no voluntarias, el seguro abona las cuotas durante un tiempo limitado.
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Invalidez permanente
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Si el asegurado queda con una discapacidad que impida trabajar, se cubren las cuotas pendientes.
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Fallecimiento
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El seguro abona el saldo pendiente en caso de muerte del asegurado, liberando a sus herederos o familiares.
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¿Para qué se utilizan?
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Protección para préstamos personales, hipotecas o créditos.
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Seguridad para autónomos o empresas que tengan obligaciones financieras.
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Tranquilidad para familias en caso de imprevistos económicos.
¿Cuánto cuestan?
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El coste suele ser un pequeño porcentaje del importe financiado o de la cuota mensual.
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Depende de:
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Edad y profesión del asegurado.
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Coberturas incluidas.
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Duración y capital asegurado.
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Ejemplo orientativo:
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Un seguro que cubra la hipoteca puede costar entre 0,2% y 1% anual del capital pendiente.
Ventajas
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Evita impagos y morosidad.
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Protege el patrimonio personal y familiar.
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Facilita la obtención de créditos o préstamos con mejores condiciones.
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Da tranquilidad ante situaciones inesperadas.
Consideraciones
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No cubre situaciones voluntarias (renuncia al empleo, despido voluntario).
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Puede tener periodos de carencia o espera.
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Requiere declaración de salud o condiciones médicas previas.
¿Para quién son recomendables?
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Personas con préstamos hipotecarios o personales.
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Autónomos y profesionales con obligaciones financieras.
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Empresas con créditos o alquileres a pagar.
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Familias que quieran proteger su estabilidad financiera.