Los seguros de vida, que aunque no se usan en el día a día como los de salud o coche, son muy importantes para proteger a los tuyos si pasa algo grave.
¿Qué es un seguro de vida?
Es un contrato en el que la aseguradora paga una cantidad de dinero (capital asegurado) a los beneficiarios en caso de que el asegurado fallezca o sufra una invalidez grave.
Tipos de seguros de vida:
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Seguro de vida riesgo (el más común):
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Cubre el fallecimiento del asegurado (por cualquier causa: enfermedad, accidente…).
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En algunos casos, también incluye invalidez absoluta y permanente.
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Es por tiempo limitado (anual renovable, a 10 años, etc.).
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Seguro de vida ahorro o mixto:
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Combina protección y ahorro/inversión.
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Se puede usar como un plan de jubilación o para dejar un dinero acumulado a futuro.
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Más caro y menos común si solo buscas cobertura.
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Coberturas opcionales:
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Invalidez parcial.
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Enfermedades graves.
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Doble capital por accidente.
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Cuota fija durante toda la vida (en lugar de subir cada año).
¿Quién debería tener un seguro de vida?
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Si tienes hijos, pareja o personas a tu cargo, es muy recomendable.
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Si tienes una hipoteca, muchas veces se exige (aunque puedes contratar uno fuera del banco).
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Si quieres dejar cubiertos gastos como funerales, impuestos de sucesión o deudas.
Consejos prácticos:
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Define bien el capital asegurado (suele ser entre 50.000 € y 300.000 €, pero depende de tu situación).
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Compara precios, suelen variar mucho entre aseguradoras.
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Revisa si el seguro que ofrece tu banco está sobredimensionado o si puedes conseguir lo mismo más barato.
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Asegúrate de que el beneficiario esté bien especificado (puede ser una persona, varias o «los herederos legales»).